miércoles, 30 de noviembre de 2011

Érase una vez

Ayer una amiga me regaló este pequeño cuento, que contiene una gran moraleja.
Ojalá nos hubieran contado este cuento de pequeñas, cuantos disgustos nos habríamos ahorrado!
Es un cuento para reflexionar en los príncipes y princesas. Después de leerlo se ve vinieron a la mente un sinfìn de preguntas: ¿existen de verdad los príncipes? ¿por qué esperar al principe azul? ¿y sí te pasas la vida esperando a qué llegue? ¿por qué necesitamos un príncipe para vivir felices?...
¿Y sí la vida fuera mucho más sencilla qué todo eso? Nos pasamos la vida buscando a un prototipo ideal (que olvidémoslo, no existe), y mejor así porque nos sentiríamos mucho más inseguras y llenas de defectos a su lado. Y a lo mejor ese al que queremos se haya más cerca de lo pensamos, o a lo mejor no existe, y tampoco pasa nada.
Ni Cenicienta, ni Blanca Nieves. Sólo mujeres.


Este es el cuento “para mujeres” más corto y más bonito que hayas escuchado en tu vida.

Había una vez una muchacha que le preguntó a un chico si se quería casar con ella. El chico le dijo:

NO.

Y la muchacha vivió feliz para siempre, sin lavar, cocinar ni planchar para nadie, saliendo con sus amigas, saliendo con numerosos amigos y sin trabajar para ninguno.

Y colorín colorado…

El problema es que de chiquitas, no nos contaban estos cuentos.
¡Corre la voz a las que aún se pueden salvar!





2 comentarios:

  1. Me parece un cuento estupendo y la fotografía es preciosa. No suele gustarme el color rosa (¿será un rollo cultural?), pero los cordones de las zapatillas y la pulsera rosa son una pasada. Gracias por la sensibilidad!

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  2. Bien escrito, a menudo olvidamos que existen otras maneras de ver las cosas.

    Un beso.

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