sábado, 14 de abril de 2012

14 DE ABRIL




“Que mi nombre no se borre de la historia”. Esta fue la última frase que escribió Julia Conesa, una modista de 19 años, que fue fusilada junto a 55 compañeros, 43 hombres y 12 mujeres de las Juventudes Socialistas Unificadas de Madrid, el 5 de agosto de 1939 en las tapias de la vergüenza, las tristemente célebres tapias del cementerio del este, donde el régimen franquista ejecutó a casi 3000 republicanos entre 1939 y 1944.

“Tened en cuenta que no muero por criminal ni ladrona, sino por una idea”. Eso nos pidió Dionisia Manzanero, otra de las 13 Rosas y eso es lo que le debemos a ambas y a todos quienes como ellas dieron la vida por nosotros, por la Justicia, por el Progreso, por la Democracia y por el Futuro de este país. Eso es lo que le seguimos debiendo a la mejor generación de españoles que ha existido jamás, una generación, la vuestra con la que España mantiene una deuda eterna y eternamente pendiente.
Nosotros somos la historia a la que se confió Julia Conesa, nosotros somos el fruto de vuestra fe, de vuestra lucha, de la ejemplar dignidad con la que afrontasteis la traición y la derrota. Y nosotros estamos hoy aquí para daros las gracias por ser lo que sois. Estamos aquí para recordar y para recordárselo a otros, para afirmar que ya va siendo hora de que la historia se ponga a la altura de sus protagonistas, para que acabemos de una vez y para siempre con las turbias sospechas que empañan sin justificación alguna la imprescindible tradición del republicanismo español, para que se deje de llamar Nacional al ejército golpista, para que se reconozca que el único ejército Nacional que combatió en la Guerra Civil fue el que defendía la República legalmente constituida, y para que se deje de aplicar la tramposa ley del 50%, para que se deje de decir que los dos bandos hicieron cosas horribles hablando de lo que sucedió en este país por la exclusiva y absoluta responsabilidad  de Francisco Franco y de quienes secundaron su rebelión.
Porque la Segunda República española no se merece la memoria de edificios en llamas, de descontrol y de rapiña que fijaron sus verdugos y que seguimos tolerando todos, y porque sólo cuando se recuerde lo que significó de verdad aquel proyecto que asombró al mundo, que derramó luz y justicia sobre un pueblo que nunca había sabido lo que era vivir con Dignidad y vivir con Libertad y que situó a España por 1ª y única vez en muchos siglos a la cabeza del progreso de las naciones. Sólo cuando eso ocurra podremos miraros a los ojos sin avergonzarnos.
Ningún monumento brilla tanto como la Verdad, ningún homenaje es más justo que la limpia reivindicación de la Memoria.

LUCHADORES Y LUCHADORAS POR LA LIBERTAD, HIJOS E HIJAS DE LA REPÚBLICA, GRACIAS DE CORAZÓN POR PORTAR MI BANDERA TRICOLOR, POR SER NUESTRA RESERVA MORAL, POR ENSEÑARNOS A SER HOMBRES Y MUJERES DECENTES, POR ENSEÑÁRNOS QUE LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA, POR MANTENER VIVA LA LLAMA DE LA MEMORIA, LA MEMORIA DE ESA 3ª REPÚBLICA QUE ESTÁ POR VENIR.


A.G

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